... era la nada.
Pero como ésta era muy aburrida la Gran Voluntad del Universo creó un sinfín de artilugios con el único objetivo de pasar el rato y maravillarse de sí misma (sí, ser la gran voluntad del universo es lo que tiene... un ego descomunal). En fin, que entre estos artilugios se encontraban la literatura, la poesía y el teatro entre muchas otras artes tanto o más exquisitas, como el cine, las estampitas de la virgen, el chorizo de Teror, la política o el mojo picón.
Y he ahí, que sucedió el gran desastre...
De pronto, sin saber de dónde ni porqué, una legión de criaturas de la Oscuridad surgió y se abalanzó sobre los juguetes recién creados. Desperecías (muertas de hambre) devoraron todo lo que pudieron, desarrollando nuevas extremidades y un peculiar gusto por comentar los manjares que engullían desmedido.
La Gran Voluntad del Universo horrorizada por el espectáculo estuvo a punto de exterminar a la maligna especie. Pero en el último instante escuchó un comentario de unas de esas bolitas parlanchinas que le hizo cambiar de idea. Rodando por el suelo, partida de la risa con lagrimones enormes saliendo de sus ojos, notó que algunas de ellas decían cosas realmente interesantes (y que la hacían sentirse satisfecha y regodearse de su magnánima existencia) y otras.... bueno, francamente debía reconocer que, aunque no tenían ningún criterio, al menos servían para reírse un rato viendo el espectáculo.
Así que, finalmente, decidió perdonarles la vida.
Y ése fue el Origen del Universo y de todas las cosas conocidas... y así mismo, de los elementos desalmados que poblamos este espacio dedicado a criticar todo lo que se nos eche por delante; y a la salud de todo aquel que quiera participar.
Bon Apetit : )_
